LOS SENTIDOS

Gusto


Hay alrededor de 10.000 papilas gustativas en la lengua, agrupadas en papilas (esos botones por toda tu lengua). Las papilas gustativas son grupos de cuerpos neuronales que trazan delgados surcos en las papilas, y parecen como microscópicos racimos de bananas.

Papila gustativa

Las moléculas de la comida que comemos se mezclan con la saliva y encuentran su camino entre los surcos y en las superficies de las neuronas. Como una llave encajando en una cerradura, estas moléculas abren pequeños poros en las membranas celulares y comienzan el proceso de disparo en la neurona de forma muy parecido al modo en que los neurotransmisores lo hacen entre neuronas.

Hay solo cuatro sabores básicos – esto es, solo cuatro moléculas particulares a las cuales responden otras tantas neuronas en la lengua:

Salado (la mayoría al final de la lengua)
Dulce (la mayoría en la punta de la lengua)
Salado (la mayoría en los laterales delanteros de la lengua)
Ácido (la mayoría en los laterales traseros de la lengua)

Sabores

Y decimos “la mayoría” porque no hay límites claros aquí, y todos los sabores pueden encontrarse en cierto grado en cualquier parte de la lengua, e incluso en algunas partes del interior de tu boca y labios.

Puede haber un quinto sabor: “Umami” (en, por ejemplo, el glutamato monosódico).

Nota también que tu lengua es sensible al tacto (de ahí la idea de textura en la comida), y a la temperatura y, por supuesto, al dolor. Los pimientos Jalapeños, por ejemplo, tienen un cierto sabor en el sentido ordinario, pero también nos proveen con una deliciosa (¡) sensación de dolor. Puedes encontrar útil saber que, si tu boca quema de comer pimientos, ayuda beber leche, porque las grasas lácteas disuelven las sustancias químicas activas (capsaicina) mientras que el agua meramente las esparce alrededor.

Quizá la mayor parte de nuestro sentido del gusto sea, curiosamente, el olfato …

Olfato

El olfato funciona como el gusto: Es también un sentido de “llave y cerradura”. Esta vez, es una cuestión de aire húmedo que pasa por una membrana mucosa especializada del tamaño de una moneda en la parte superior de la cavidad nasal.

Bulbo olfatorio

Con el olfato, parece que respondemos a la presencia de cierta combinación de siete moléculas básicas:

Floral
Mentolado
Almizclado
Acre (cómo especias)
Alcanforado (como las bolas de naftalina)
Etéreo (como los fluidos de limpieza en seco)
Pútrido (como huevos podridos)

Pero estamos lejos de saber que estos son los aromas fundamentales – algunos investigadores piensan que hay muchos más.

Los sentidos químicos son extremadamente sensitivos, y esto es así especialmente con el olfato. Podemos detectar el ácido acético (el olor del vinagre) en una concentración de 500.000.000.000 moléculas por litro de aire. Pero los perro nos ganan en esto:!Ellos pueden detectarlo en una concentración de 200.000 moléculas por litro de aire!

Ha habido un considerable debate durante muchos años sobre la existencia de un sentido similar al olfato que pueda detector la presencia de moléculas llamadas feromonas. Muchos animales claramente pueden oler la presencia de una pareja potencial a largas distancias. La gente puede ciertamente oler a otras personas – pero, ¿hay un olor especial que no es realmente un aroma particular, sino que nos lleva a sentir, bien, esos sentimientos especiales de “Te quiero”? . Creo que no, pero hay muchos que están en desacuerdo conmigo.


Tacto

La piel tiene realmente tres tipos de sensaciones: Presión, temperatura y dolor.

La presión es una cuestión de distorsión mecánica, la torcedura de un “pelo” de una célula ciliada. No es realmente un pelo, por supuesto, sino una versión extendida de una dendrita. Cuando se dobla, su tensión causa la apertura de poros, el intercambio de iones, y, por supuesto, el disparo de la neurona. Hay, de cualquier modo, tres tipos diferentes de receptores de presión: tacto ligero, presión y vibración.

La temperatura parece tener una influencia directa del calor o frió que abre ciertos canales iónicos. Hemos encontrado tres de ellos: uno para el frió, otro para el calor, y otro para el calor extremo. Quizá haya también para el frió extremo o incluso para la templadez.

Es interesante señalar que el mentol puede también activar los receptores del frió, y nos hace pensar que estamos sintiendo frió cundo no es así. Es también peculiar que, cuando tocamos una “parrilla termal” – una superficie que alterna líneas de frió y calor – no sentimos ni frió ni calor, sino dolor!

Neuronas sensoriales de la piel

Hablaremos del dolor de forma separada, pero básicamente, el dolor es una cuestión de detectar ciertas sustancias químicas que indican un daño en los tejidos. Con el dolor también se clasifica el picor y el cosquilleo. Es interesante que hay una sustancia llamada capsaicina que actúa en los receptores del dolor de la misma forma que hace el daño real. Se ha encontrado en cosas como los pimientos jalapeños, como se mencionó más arriba.


Sentido Kinestésico

El sentido kinestésico está basado en neuronas receptoras de los músculos y articulaciones que básicamente trabajan sobre el principio mecánico de distorsión. Algunos de esos receptores son células ciliadas; otros son husos que empiezan a disparar cuando se estiran.


Sentido Vestibular

El sentido vestibular te dice donde está “arriba”, cómo esta tu cuerpo en relación a “arriba”, y cómo tu cuerpo está moviéndose en el espacio. Las sensaciones está basadas en células ciliadas. En el oído interno, hay una configuración especial de tres canales semicirculares alrededor de un área central. En los canales semicirculares, el movimiento del fluido cuando giras causa que grumos gelatinosos llamados cúpulas se unan unos a otros, lo que causa que las células ciliadas se unan también. Los tres canales están orientados aproximadamente 90º uno de los otros, y eso te hace tener información del giro en las tres dimensiones.

El sentido vestibular también está conectado a partes del cerebro que te dicen cuando es tiempo de vomitar. Esto es la causa del mareo por movimiento.

Si giras mucho y luego paras de repente, la sensación se mantiene durante un poco, y te parece que aun sigues girando, pero en la dirección contraria. Tu cerebro puede tratar de compensar esto, y te haga caer o al menos sentirte mareado.

También puedes confundir estos canales cuando te duchas y entra agua fría o caliente en tu oído. Los cambios de temperatura pueden causar que los fluidos se muevan y sientas como que giran, y entonces puedes sentirte mareado.

Las dos áreas centrales de este órgano también tienen células ciliadas, Las células ciliadas están incrustadas en grumos gelatinosos llamados máculas, los cuales los llevaran en una dirección u otra, dependiendo de si estas boca arriba, inclinado hacia un lado u otro, o haciendo el pino. La inclinación de las células ciliadas de nuevo envía señales al cerebro que las interpreta como corresponde.

Mácula y cupula



Oído (audición):

El oído es también una cuestión de las células ciliadas. Seguro que recuerdas la estructura básica del oído: El canal del oído externo lleva al tímpano, un tejido delgado estirado desde la abertura. Debajo del tímpano, hay una secuencia de tres pequeños huesecillos que amplifican las vibraciones del tímpano. Estos terminan en otro delgado tejido que encierra el verdadero órgano del oído, llamado coclea. Es realmente un tubo, primero doblado por la mitad, y después girado en espiral, y relleno de fluido.

Sección de la coclea

A lo largo de este tubo, hay una membrana que se mueve de acuerdo a los patrones de ondas del fluido. Tiene células ciliadas creciendo bajo ella, y esas células ciliadas envían mensajes al cerebro de los patrones de onda y cambios que detecta. Esto puede sonar bastante complicado, pero la descripción está realmente muy simplificada.

Visión:

La vision es diferente de todos los otros sentidos. Implica neuronas receptoras que son sensibles a la luz. La luz entra a través de la pupila y cristalino del ojo y es proyectada en la superficie oscura del ojo llamada retina. La retina está compuesta de, entre otras cosas, neuronas receptoras llamadas conos y bastones.

Conos y bastones

Los bastones son sensibles a un amplio rango de luz, p. Ej. nos informan sobre “blanco”. Contienen rodopsina, una sustancia que es sensible a la luz. Nota que una parte crucial de esta sustancia está derivada de la vitamina A. Las sustancias se rompen cuando se exponen a la luz y liberan una proteína (opsina) la cual eventualmente libera un neurotransmisor para mandar mensajes al cerebro (“hay luz”). Después los productos liberados son reconstruidos en rodopsina.

Los conos son similares, pero incluyen una sustancia llamada iodopsina, que es sensible a longitudes de onda más específicas, dependiendo de pigmentos asociados con estas sustancias. Un tipo de cono responde al rojo, otro al verde, y otro al azul. De nuevo, una proteína (retinina) lleva a la liberación de neurotransmisores, etc.

Los bastones son mucho más sensitivos que los conos. Esto es por lo que ves en blanco y negro cuando no hay mucha luz. Los animales nocturnos tienden a ser ciegos al color, esto es, ellos no tienen conos, para ellos el color es de poco uso mientras que la alta sensitividad si lo es. También, los animales nocturnos normalmente tienen un fondo brillante en su retina que refleja la luz de vuelta a los bastones llamada tapetum. Está normalmente hecha de pequeños cristales. !Es por esto por lo que los gatos y otros animales reflejan la luz de sus ojos!

Como con todos los sentidos, la visión es bastante más complicada, pero por ahora nos puede servir saber esto.

Fuente: http://www.psicologia-online.com/Boletines/2008/210108.htm

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Muy buen artículo que resume perfectamente los cinco sentidos de los que disponemos y además aporta aspectos que la mayoría no sabe (me refiero a los sentidos kinestésico y vestibular). El lenguaje no es excesivamente complejo así que considero que es accesible a la mayoría de la gente, y, claro, habrá alguna palabra en la que dudéis o incluso os impida entender el contexto de la frase. Existe una cosa llamada diccionario, muy útil para este tipo de dudas, aunque cada vez se use menos http://www.rae.es/


CAPÍTULO 64 – LLEGA A ESPAÑA EL PRIMER CIGARRILLO ELECTRÓNICO


Emula a un cigarrillo convencional en todas sus variantes, incluso libera humo, pero según los fabricantes, no es tan perjudicial para la salud. Es el primer cigarro electrónico o e-cigarrillo Ruyan. Este invento chino que fabrica Golden Dragon Group llegará en dos semanas al mercado español.

«Ya hemos iniciado una campaña de comunicación y contactos. Nosotros tendremos el producto aquí en unos días, y en breve estará a la venta en diversas ortopedias y farmacias españolas», comenta Luis Pastor, director de la empresa valenciana Representaciones Pastor, encargada de la distribución exclusiva en España de este producto.

Este artículo tiene dos objetivos: Convertirse en un sustituto del tabaco e intentar ayudar a quienes quieren dejar de fumar. No obstante, de momento no existen datos científicos que avalen su eficacia como método para reducir el consumo.

Dejar de fumar no es fácil, y los fracasos son altos. Hasta ahora, las únicas opciones que cuentan con el visto bueno de la ciencia son las terapias sustitutivas de la nicotina (parches y chicles), el antidepresivo bupropion y las técnicas psicológicas. Por ello, se trata de un producto de terapia alternativa, como lo son la acupuntura o la hipnosis, y qué pretende abrirse un hueco en el mercado.

¿Cómo son y cómo funcionan los e-cigarrillos?

Son dispositivos con forma de cigarro que expulsan nicotina cuando son inhalados y buscan emular la experiencia de fumar. La ventaja es que dispone de una cápsula con un filtro con nicotina líquida pura, sin sustancias químicas, por lo que no es cancerígeno. Además, funciona con una batería por lo que, según sus creadores, se evitan las toxinas generadas con la combustión.

«La nicotina es adictiva pero lo que produce el cáncer en un cigarro es la mezcla de ingredientes que lo componen, que son perjudiciales para la salud y algunos, como el alquitrán o el monóxido de carbono, cancerígenos», destaca Luis Pastor. Además, la firma dispone de una versión similar para puros.

Cada cartucho contiene unos 18 miligramos de nicotina, el equivalente a dos paquetes de tabaco normales. Algunas voces han cuestionado la seguridad del producto y argumentan que con él los fumadores inhalan más nicotina que con un cigarrillo real.

No obstante, la firma valenciana argumenta que el cigarrillo dispone de un sistema de aviso para que el usuario pueda controlar cuánto fuma. «Cuando se alcanza el nivel de un cigarrillo, unas 15 inhalaciones, la luz roja parpadea avisando», explica Luis Pastor.

La alerta también se enciende si el consumidor da una calada excesivamente fuerte. «Avisa porque está absorbiendo demasiado y por lo tanto, está fumando mal«, dice. El e-cigarrillo dispone de una batería especial que se conecta a la luz y lo recarga.

El inhalador se asemeja a un cigarro con boquilla y tiene una luz roja en la punta que pretende simular la braza. Además, emula su sabor y emite humo aunque según la compañía, con la diferencia de que éste no es tóxico porque «es una especie de vapor de agua». Esto hace que no sea perjudicial para la salud de las personas que están alrededor y, por lo tanto, que no afecte a los fumadores pasivos.

Plan para dejar de fumar

Sus fabricantes pretenden que este producto se utilizado para dejar de fumar de forma gradual. De hecho, los cartuchos se venden con cuatro niveles diferentes de nicotina (alto, medio, bajo y nulo) que se deben cambiar a medida que la persona avanza en su control del hábito. «Va acompañado de un plan para dejar este hábito diseñado según la terapia de reemplazamiento de nicotina recomendad por la organización mundial de la salud», subraya Luis Pastor.

El producto cuenta con la certificación de la CE. Se vende inicialmente en una caja que incluye el cigarro, la batería y cinco cápsulas de nicotina, y su precio roza los 80 euros. Después, el consumidor puede adquirir sólo las cápsulas, a un precio de 25 euros la caja, en la que van cinco unidades.

La empresa valenciana ha solicitado una reunión para mostrar este artículo a la Asociación Española contra el Cáncer, que tiene como una de sus prioridades la lucha contra el tabaquismo. «Estamos a la espera de que nos contesten y se fije una fecha para mantener un encuentro en el que queremos presentárselo», afirma Luis Pastor.

Los e-cigarrillos se venden ya en China, Australia, Alemania, Reino Unido, Polonia, Turquía y Portugal, y en los próximos días comenzarán a comercializarse también en Estados Unidos.

Fuente: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/02/15/tabaco/1203104247.html

DOSSIER DE «EL MUNDO» SOBRE EL TABACO

CAPÍTULO 63- EL GENOCIDA DE CAMBOYA

«Ninguna respuesta evitaba la muerte»

A Kang Kek Ieu le llaman Duch. Profesión: profesor de matemáticas y genocida. Hoy espera en una prisión de Phnom Penh, custodiado por la ONU, pagar por sus crímenes: el exterminio de la clase intelectual camboyana, unas 17.000 personas, entre los años 1975 y 1979, durante el sanguinario régimen de los ‘jemeres rojos’.

Duch, profesor de matemáticas, exterminó durante 40 meses a toda la clase intelectual camboyana con precisión matemática en la escuela de Tuol Sleng, en el corazón de Phnom Penh. Habla en voz baja, con respeto, pero al mismo tiempo su voz se despliega sin incertidumbres ni sumisión. Parece como si estuviera recitando un mantra, una plegaria budista, pero en realidad lo que se oye es la banda sonora de una pesadilla cargada aún de interrogantes. Es imposible identificar su aspecto humilde, anónimo, casi grácil, con el papel de verdugo. Entre 1975 y comienzos de 1979, durante el régimen tenebroso y maniático de Pol Pot, dos millones de hombres y mujeres, casi un tercio de la población camboyana, fueron eliminados de una forma brutal. Unos 17.000 dirigentes del partido, diplomáticos, monjes budistas, ingenieros, médicos, profesores, estudiantes y artistas de la antiquísima tradición nacional de música y danza entraron en esa escuela transformada en centro de tortura. Sólo seis lograron salir con vida.

Duch es el apodo elegido de joven cuando entró en la guerrilla. Su verdadero nombre es Kang Kek Ieu. Tiene 66 años. Tras la caída de los jemeres rojos, el verdugo se escondió entre sus compatriotas, en los campos de refugiados y en las aldeas, desaparecido como muchos otros en el caos de la posguerra, absorbido por la nada. Se había convertido al cristianismo gracias a los misioneros de la Golden West Christian Church de Los Ángeles. Se descubrió su verdadera identidad en 1998, y fue inmediatamente detenido. El suyo es el testimonio más inquietante de esa locura política proyectada por los jemeres rojos tras la muerte de Pol Pot y de Ta Mok, el carnicero cojo. Hoy está recluido en la cárcel de la ONU, en Phonm Penh, pero durante más de ocho años ha estado en una cárcel camboyana controlada por militares de su país.

Esta entrevista es la única autorizada de todo ese periodo. Sin grabadora, sin cámara fotográfica, sin hablar directamente con Duch en francés o en inglés, pero con la mediación obligatoria de un intérprete camboyano. El general Neang Phat, secretario de Estado, y otros generales están sentados en la misma habitación, escuchan y observan a este hombre indefinible e inaprensible. Duch es el perfecto retrato de la banalidad y la inocencia del mal.

Pregunta. ¿Cuándo se creó el centro de tortura en la escuela de Tuol Sleng?

Respuesta. El 15 de agosto de 1975, cuatro meses después de la entrada de los jemeres rojos en Phnom Penh. Pero en realidad empezó a funcionar en el mes de octubre.

P. ¿Usted fue responsable desde el principio?

R. Me encargaron que creara el centro, que lo pusiera en funcionamiento, aunque nunca supe por qué me eligieron a mí precisamente. Es verdad que antes de 1975, cuando los jemeres rojos vivían en la clandestinidad, en la jungla, en las zonas liberadas, yo era el jefe de la Oficina 13 y el responsable de la policía en la zona especial que limitaba con Phnom Penh.

P. ¿Quién organizaba la vida en el campo, quién decidía los métodos de interrogatorio?

R. Los interrogadores procedían en parte de la Oficina 13; eran hombres que habían trabajado conmigo, ex dirigentes de la organización. Y después estaban los que provenían de la División 703, militares, gente que utilizaba la violencia, con métodos brutales. Se puede decir que los carceleros eran de dos tipos, pero la mayoría del personal de la prisión no había sido reclutado por mí.

P. ¿Cómo era su jornada en ese lugar?

R. Todos los días tenía que leer y controlar las confesiones. Realizaba esta lectura desde las siete de la mañana hasta medianoche. Y todos los días, hacia las tres de la tarde, me llamaba el profesor Son Sen, ministro de Defensa. Le conocía desde que enseñaba en el instituto. Fue él quien me pidió que me uniera a la guerrilla. Me preguntaba cómo iba el trabajo.

P. ¿Y después?

R. Llegaba un mensajero, un emisario, que recogía las confesiones y las llevaba a Son Sen. Usted sabe que los jemeres rojos habían vaciado la capital. No había población urbana. Las escuelas estaban cerradas; los hospitales, cerrados; las pagodas, vacías; las calles, vacías. Sólo podían moverse poquísimas personas. Estos mensajeros eran el único nexo entre una oficina y otra. Por la noche no dormía en Tuol Sleng. Tenía varias casas y, por razones de seguridad, dormía cada noche en un sitio diferente.

P. ¿Tuvo momentos de incertidumbre, dudas, sentimiento de rebelión mientras aniquilaba a toda la clase intelectual de su país?

R. Para entender ese mundo, esa mentalidad, tiene que tener presente que la pena de muerte ha existido siempre en Camboya.

P. Incluso en los bajorrelieves de los templos de Angkor Wat hay escenas de masacres terribles, pero fueron esculpidas hace muchos siglos.

R. Los jemeres rojos habían estudiado en la Sorbona, en París, no eran salvajes incultos. Pero en Tuol Sleng había una convicción difundida y tácita, y no se necesitaban indicaciones por escrito. Yo y todos los demás que trabajaban en ese lugar sabíamos que quien entraba allí debía ser destruido psicológicamente, eliminado de una forma progresiva; no había escapatoria posible. Ninguna respuesta servía para evitar la muerte.

P. ¿Alguien por encima de usted pedía su opinión?

R. Esos métodos no me convencían desde que trabajaba en la Oficina 13. Pero consideré que entonces existía el pretexto de la lucha revolucionaria, de la clandestinidad, de neutralizar a los espías infiltrados o a los que podían convertirse en espías. Después, cuando comenzó el trabajo en Tuol Sleng, preguntaba de vez en cuando a mis jefes: «¿Pero tenemos que usar tanta violencia?». Son Sen no contestaba nunca. Pero Nuon Chea, el hermano número 2 en la jerarquía del poder, que tenía más autoridad que él, me decía: «No pienses en eso». Personalmente no tenía una respuesta. Lo entendí con el paso del tiempo: era Ta Mok (considerado por todos el jemer rojo más sanguinario) quien había ordenado que se eliminara a todos los prisioneros. Veíamos enemigos, y más enemigos, por todas partes. Cuando descubrí que en la lista de las personas a las que había que eliminar estaba incluso el ministro de Economía, Von Vet, sufrí un choque, una verdadera conmoción.

Le interrumpe con rabia el general Neang Phat, que hasta ese momento se había mantenido circunspecto y taciturno. Se quita los zapatos y los calcetines, y le enseña las huellas de la tortura que aún tiene en sus piernas, aunque ya han pasado más de 30 años. «Éramos 4.000 en mi grupo», recuerda, «y sólo sobrevivimos cuatro. Para salvarnos tuvimos que escapar más allá de la frontera. Vosotros, sin embargo, continuasteis torturando y matando». Callan los otros militares. Calla el intérprete. Su padre era el embajador camboyano en China, el país que protegió a Pol Pot. Fue reclamado para que volviera a su país y murió en Tuol Sleng, ese centro de torturas dirigido por ese hombre pequeño con los pies descalzos que ahora está ante él. Duch responde al general, su voz se afianza, se expresa de forma concisa. Junta las manos, se inclina hacia adelante, con el gesto típico de los monjes budistas, y esboza una sonrisa. En Camboya, y en muchas zonas de Oriente, sonreír es muestra de dulzura, de cortesía, pero también de ambigüedad, de incomodidad y a veces de auténtica perfidia. Esta sala rectangular, silenciosa, limpia, bien amueblada, está llena de pesadillas. Fuera hace un día precioso de sol y la temperatura es suave.

P. ¿Qué sentía ante ese número creciente de víctimas que usted contribuía a aumentar?

R. Me sentía empujado hacia un rincón, como todos en ese engranaje; no tenía opción. En la confesión de Hu Nim, ministro de Información y uno de los dirigentes jemeres más importantes, también arrestado ahora, estaba escrito que la seguridad en una cierta zona estaba garantizada, asegurada. Pero Pol Pot, el hermano número 1, el jefe de todo, no estaba satisfecho con esa afirmación; era demasiado normal, había que sospechar siempre, temer algo, y llegaba la petición: «Interrogadlo otra vez, interrogadlo mejor».

P. Lo que significaba sólo una cosa: nuevas torturas.

R. Pasaba siempre eso. Por ejemplo, en el caso de mi cuñado. Le conocía muy bien, se había creado una relación auténtica de parentesco, pero tenía que eliminarlo de todas formas; sabía que era una persona estupenda, pero, sin embargo, tenía que fingir que creía en esa confesión conseguida con la violencia. Así que para protegerlo no analicé con demasiado rigor esas declaraciones. Y en esa ocasión mis superiores empezaron a dejar de tener plena confianza en mí. Al mismo tiempo, yo ya no me sentía seguro.

P. ¿Qué había pasado en realidad?

R. Un día me llamaron a las cinco de la madrugada. No era un horario normal para nosotros. Me dicen que estoy convocado para una reunión en la oficina de los mensajeros. Como he dicho antes, ése era un centro muy importante en el sistema de poder creado por Pol Pot, eran los únicos que podían moverse. Ni siquiera podían salir los diplomáticos de las poquísimas embajadas que estaban abiertas. Mandaban a alguien a la calle, llamaban al soldado que estaba allí cerca, éste escuchaba y después refería lo que había escuchado.

P. Es decir, una imposibilidad total de moverse.

R. Se habían eliminado las comunicaciones telefónicas en el país, ya no existía el servicio postal. Todas las directrices llegaban y volvían a su lugar de origen mediante esos mensajeros, se notaba mucho una persona en esas calles vacías.

P. Y entonces, ¿qué pasó ese día de la llamada telefónica?

R. A las cinco de la madrugada cojo una bicicleta y me voy hasta la estación de tren, donde se encontraba esa oficina. Veo una luz encendida en una casa. Pensaba que también para mí había llegado la hora de ser eliminado. Encontraban siempre acusaciones infundadas. Pero, por el contrario, me dicen: «Tiene que ir a tu oficina un mensajero. Cuando llegue arréstalo e interrógalo».

P. Usted mantuvo su puesto hasta el último momento. ¿Era un ejecutor perfecto?

R. Obedecía. Quien llegaba a nuestro centro no tenía ninguna posibilidad de salvarse. Y yo no podía liberar a nadie.

P. ¿Hasta cuándo siguió funcionando el campo de internamiento de Tuol Sleng?

R. Hasta el 7 de enero de 1979, cuando las fuerzas de liberación camboyanas, apoyadas por los vietnamitas, conquistaron Phnom Penh. En ese momento, mi superior era Noun Chea, el hermano número 2.

P. ¿No existía un plan de emergencia, no había el temor a que los opositores tuvieran ya fuerzas suficientes para derribar el régimen?

R. No había ningún plan de fuga, de retirada. Organizábamos todo en el momento. Éramos 300 hombres en Tuol Sleng. Todos juntos nos dirigimos hacia la sede de la radio, que en esa época estaba en una zona bastante periférica. Y a partir de ese momento nos dividimos en dos grupos, cada uno por su camino.

P. Desde ese momento, usted desaparece de las crónicas camboyanas, se pierden sus huellas, y un día se convierte al cristianismo. ¿Qué es lo que le lleva a tomar esa decisión?

R. Estaba convencido de que los cristianos eran una fuerza, y que esa fuerza podía vencer al comunismo. En la época de la guerrilla yo tenía 25 años, Camboya estaba corrompida, el comunismo estaba lleno de promesas y yo creía en ellas. Sin embargo, ese proyecto fracasó. Entré en contacto con los cristianos en la ciudad de Battambang, con la Golden West Christian Church, con el pastor Christopher LaPelle.

P. Parece un nombre francés.

R. No, es camboyano. Se llama Danath La Pel. Adoptó ese nombre para difundir mejor el mensaje de Cristo en el mundo. A principios de los años ochenta se fue a Estados Unidos. Y en 1992 volvió a Camboya para ayudar a sus compatriotas a encontrar a Cristo.

P. Usted ya no sigue las enseñanzas de Buda. ¿Es cristiano?

R. Sí.

P. ¿El padre Christopher conocía su vida, su papel en Tuol Sleng?

R. Al principio no, pero después de convertirme le conté todo.

P. La planicie de Indochina fue el santuario de Pol Pot. Los mismos lugares, cuarenta años después, albergan las iglesias de los misioneros cristianos.

R. Significa que otros también han elegido mi camino.

P. Usted está ahora arrepentido, pero ¿qué pasa con todos esos miles de víctimas, esa violencia practicada con métodos primitivos, esas mentiras transformadas en verdad?

R. Si alguien busca la responsabilidad, y los diferentes grados de responsabilidad, lo único que puedo decir es que no había vía de escape para quien entraba en la máquina de poder ideada por Pol Pot. Sólo los dirigentes conocían la verdadera situación del país, pero los cuadros intermedios la ignoraban. Y además había esa obsesión por el secretismo. Está claro que usted me pregunta si no podía rebelarme, o por lo menos huir.

P. Eso es.

R. Si intentaba huir, ellos tenían como rehén a mi familia, que habría corrido la misma suerte que los otros prisioneros de Tuol Sleng. Mi fuga, mi rebelión no habría ayudado a nadie.

P. Hoy no hay ningún jemer rojo, entre los jefes de ese régimen, como Khieu Sampan o Ieng Sary, que admita haber tenido alguna culpa, alguna responsabilidad. ¿Erais todos unos cobardes entonces o ahora sois todos unos mentirosos?

De la boca de Duch no sale ni una palabra.

Desde el fondo de la sala, alguien dice con insistencia que el tiempo ha terminado, que ha llegado la hora de la comida para el prisionero. Es el pretexto más banal, más burocrático, para interrumpir el relato del verdugo. Duch, el secuaz de Pol Pot y hoy seguidor de Cristo, junta las manos, se inclina y se aleja. El plato de arroz está listo. Sin embargo, la hora de la justicia por el genocidio de Camboya espera desde hace 30 años.

«Quien entraba allí debía ser destruido, eliminado de forma progresiva. No había escapatoria posible»

«Éramos 4.000 en mi grupo; sobrevivimos cuatro», dice el general Neang Phat, y muestra las huellas de tortura

«Mi cuñado era una persona estupenda, pero tenía que eliminarlo, fingir que conseguía su confesión con violencia»

«Si intentaba huir, ellos tenían como rehén a mi familia. Mi fuga, mi rebelión no habría ayudado a nadie»

Referencia: http://www.elpais.com/articulo/reportajes/respuesta/evitaba/muerte/elpepusocdmg/20080210elpdmgrep_1/Tes

ISAAC NEWTON


BIOGRAFÍA

Isaac Newton nació en las primeras horas del 25 de diciembre de 1642 (4 de enero de 1643, según el calendario gregoriano), en la pequeña aldea de Woolsthorpe, en el Lincolnshire. Su padre, un pequeño terrateniente, acababa de fallecer a comienzos de octubre, tras haber contraído matrimonio en abril del mismo año con Hannah Ayscough, procedente de una familia en otro tiempo acomodada. Cuando el pequeño Isaac acababa de cumplir tres años, su madre contrajo de nuevo matrimonio con el reverendo Barnabas Smith, rector de North Witham, lo que tuvo como consecuencia un hecho que influiría decisivamente en el desarrollo del carácter de Newton: Hannah se trasladó a la casa de su nuevo marido y su hijo quedó en Woolsthorpe al cuidado de su abuela materna.

Del odio que ello le hizo concebir a Newton contra su madre y el reverendo Smith da buena cuenta el que en una lista de «pecados» de los que se autoinculpó a los diecinueve años, el número trece fuera el haber deseado incendiarles su casa con ellos dentro. Cuando Newton contaba doce años, su madre, otra vez viuda, regresó a Woolsthorpe, trayendo consigo una sustanciosa herencia que le había legado su segundo marido (y de la que Newton se beneficiaría a la muerte de ella en 1679), además de tres hermanastros para Isaac, dos niñas y un niño.

La manzana de Newton

Un año más tarde Newton fue inscrito en la King’s School de la cercana población de Grantham. Hay testimonios de que en los años que allí pasó alojado en la casa del farmacéutico, se desarrolló su poco usual habilidad mecánica, que ejercitó en la construcción de diversos mecanismos (el más citado es un reloj de agua) y juguetes (las famosas cometas, a cuya cola ataba linternas que por las noches asustaban a sus convecinos). También se produjo un importante cambio en su carácter: su inicial indiferencia por los estudios, surgida probablemente de la timidez y el retraimiento, se cambió en feroz espíritu competitivo que le llevó a ser el primero de la clase, a raíz de una pelea con un compañero de la que salió vencedor.

Fue un muchacho «sobrio, silencioso, meditativo», que prefirió construir utensilios, para que las niñas jugaran con sus muñecas, a compartir las diversiones de los demás muchachos, según el testimonio de una de sus compañeras femeninas infantiles, quien, cuando ya era una anciana, se atribuyó una relación sentimental adolescente con Newton, la única que se le conoce con una mujer.

Cumplidos los dieciséis años, su madre lo hizo regresar a casa para que empezara a ocuparse de los asuntos de la heredad. Sin embargo, el joven Isaac no se mostró en absoluto interesado por asumir sus responsabilidades como terrateniente; su madre, aconsejada por el maestro de Newton y por su propio hermano, accedió a que regresara a la escuela para preparar su ingreso en la universidad.

Éste se produjo en junio de 1661, cuando Newton fue admitido en el Trinity College de Cambridge, y se matriculó como fámulo, ganando su manutención a cambio de servicios domésticos, pese a que su situación económica no parece que lo exigiera así. Allí empezó a recibir una educación convencional en los principios de la filosofía aristotélica (por aquel entonces, los centros que destacaban en materia de estudios científicos se hallaban en Oxford y Londres), pero en 1663 se despertó su interés por las cuestiones relativas a la investigación experimental de la naturaleza, que estudió por su cuenta.

Manuscrito de Newton

Fruto de esos esfuerzos independientes fueron sus primeras notas acerca de lo que luego sería su cálculo de fluxiones, estimuladas quizá por algunas de las clases del matemático y teólogo Isaac Barrow; sin embargo, Newton hubo de ser examinado por Barrow en 1664 al aspirar a una beca y no consiguió entonces inspirarle ninguna opinión especialmente favorable.

Al declararse en Londres la gran epidemia de peste de 1665, Cambridge cerró sus puertas y Newton regresó a Woolsthorpe. En marzo de 1666 se reincorporó al Trinity, que de nuevo interrumpió sus actividades en junio al reaparecer la peste, y no reemprendió definitivamente sus estudios hasta abril de 1667. En una carta póstuma, el propio Newton describió los años de 1665 y 1666 como su «época más fecunda de invención», durante la cual «pensaba en las matemáticas y en la filosofía mucho más que en ningún otro tiempo desde entonces».

El método de fluxiones, la teoría de los colores y las primeras ideas sobre la atracción gravitatoria, relacionadas con la permanencia de la Luna en su órbita en torno a la Tierra, fueron los logros que Newton mencionó como fechados en esos años, y él mismo se encargó de propagar, también hacia el final de su vida, la anécdota que relaciona sus primeros pensamientos sobre la ley de la gravedad con la observación casual de una manzana cayendo de alguno de los frutales de su jardín (Voltaire fue el encargado de propagar en letra impresa la historia, que conocía por la sobrina de Newton).

La óptica

A su regreso definitivo a Cambridge, Newton fue elegido miembro becario del Trinity College en octubre de 1667, y dos años más tarde sucedió a Barrow en su cátedra. Durante sus primeros años de docencia no parece que las actividades lectivas supusieran ninguna carga para él, ya que tanto la complejidad del tema como el sistema docente tutorial favorecían el absentismo a las clases. Por esa época, Newton redactó sus primeras exposiciones sistemáticas del cálculo infinitesimal que no se publicaron hasta más tarde. En 1664 o 1665 había hallado la famosa fórmula para el desarrollo de la potencia de un binomio con un exponente cualquiera, entero o fraccionario, aunque no dio noticia escrita del descubrimiento hasta 1676, en dos cartas dirigidas a Henry Oldenburg, secretario de la Royal Society; el teorema lo publicó por vez primera en 1685 John Wallis, el más importante de los matemáticos ingleses inmediatamente anteriores a Newton, reconociendo debidamente la prioridad de este último en el hallazgo.

El procedimiento seguido por Newton para establecer la fórmula binomial tuvo la virtud de hacerle ver el interés de las series infinitas para el cálculo infinitesimal, legitimando así la intervención de los procesos infinitos en los razonamientos matemáticos y poniendo fin al rechazo tradicional de los mismos impuesto por la matemática griega. La primera exposición sustancial de su método de análisis matemático por medio de series infinitas la escribió Newton en 1669; Barrow conoció e hizo conocer el texto, y Newton recibió presiones encaminadas a que permitiera su publicación, pese a lo cual (o quizá precisamente por ello) el escrito no llegó a imprimirse hasta 1711.

Tampoco en las aulas divulgó Newton sus resultados matemáticos, que parece haber considerado más como una herramienta para el estudio de la naturaleza que como un tema merecedor de atención en sí; el capítulo de la ciencia que eligió tratar en sus clases fue la óptica, a la que venía dedicando su atención desde que en 1666 tuviera la idea que hubo de llevarle a su descubrimiento de la naturaleza compuesta de la luz. En febrero de 1672 presentó a la Royal Society su primera comunicación sobre el tema, pocos días después de que dicha sociedad lo hubiera elegido como uno de sus miembros en reconocimiento de su construcción de un telescopio reflector. La comunicación de Newton aportaba la indiscutible evidencia experimental de que la luz blanca era una mezcla de rayos de diferentes colores, caracterizado cada uno por su distinta refrangibilidad al atravesar un prisma óptico.

Réplica del telescopio de Newton

Newton consideró, con justicia, que su descubrimiento era «el más singular, cuando no el más importante, de los que se han hecho hasta ahora relativos al funcionamiento de la naturaleza». Pero sus consecuencias inmediatas fueron las de marcar el inicio de cuatro años durante los que, como él mismo le escribió a Leibniz en diciembre de 1675, «me vi tan acosado por las discusiones suscitadas a raíz de la publicación de mi teoría sobre la luz, que maldije mi imprudencia por apartarme de las considerables ventajas de mi silencio para correr tras una sombra».

El contraste entre la obstinación con que Newton defendió su primacía intelectual allí donde correspondía que le fuese reconocida (admitiendo sólo a regañadientes que otros pudieran habérsele anticipado) y su retraimiento innato que siempre le hizo ver con desconfianza la posibilidad de haberse de mezclar con el común de los mortales, es uno de los rasgos de su biografía que mejor parecen justificar la caracterización de su temperamento como neurótico; un diagnóstico que la existencia de sus traumas infantiles no ha hecho más que abonar, y que ha encontrado su confirmación en otras componentes de su personalidad como la hipocondría o la misoginia.

Los Principia

El primero en oponerse a las ideas de Newton en materia de óptica fue Robert Hooke, a quien la Royal Society encargó que informara acerca de la teoría presentada por aquél. Hooke defendía una concepción ondulatoria de la luz, frente a las ideas de Newton, precisadas en una nueva comunicación de 1675 que hacían de la luz un fenómeno resultante de la emisión de corpúsculos luminosos por parte de determinados cuerpos. La acritud de la polémica determinó que Newton renunciara a publicar un tratado que contuviera los resultados de sus investigaciones hasta después de la muerte de Hooke y, en efecto, su Opticks no se publicó hasta 1704. Por entonces, la obra máxima de Newton había ya visto la luz.

En 1676 Newton renunció a proseguir la polémica acerca de su teoría de los colores y por unos años, se refugió de nuevo en la intimidad de sus trabajos sobre el cálculo diferencial y en su interés (no por privado, menos intenso) por dos temas aparentemente alejados del mundo sobrio de sus investigaciones sobre la naturaleza: la alquimia y los estudios bíblicos. La afición de Newton por la alquimia (John Maynard Keynes lo llamó «el último de los magos») estaba en sintonía con su empeño por trascender el mecanicismo de observancia estrictamente cartesiana que todo lo reducía a materia y movimiento y llegar a establecer la presencia efectiva de lo espiritual en las operaciones de la naturaleza.

Newton no concebía el cosmos como la creación de un Dios que se había limitado a legislarlo para luego ausentarse de él, sino como el ámbito donde la voluntad divina habitaba y se hacía presente, imbuyendo en los átomos que integraban el mundo un espíritu que era el mismo para todas las cosas y que hacía posible pensar en la existencia de un único principio general de orden cósmico. Y esa búsqueda de la unidad en la naturaleza por parte de Newton fue paralela a su persecución de la verdad originaria a través de las Sagradas Escrituras, persecución que hizo de él un convencido antitrinitario y que seguramente influyó en sus esfuerzos hasta conseguir la dispensa real de la obligación de recibir las órdenes sagradas para mantener su posición en el Trinity College.

Traducción italiana de los Principia

En 1679 Newton se ausentó de Cambridge durante varios meses con motivo de la muerte de su madre, y a su regreso en el mes de noviembre, recibió una carta de Hooke, por entonces secretario de la Royal Society, en la que éste trataba de que Newton restableciera su contacto con la institución y le sugería la posibilidad de hacerlo comentando las teorías del propio Hooke acerca del movimiento de los planetas. Como resultado, Newton reemprendió una correspondencia sobre el tema que, con el tiempo, habría de desembocar en reclamaciones de prioridad para Hooke en la formulación de la ley de la atracción gravitatoria; por el momento, su efecto fue el de devolverle a Newton su interés por la dinámica y hacerle ver que la trayectoria seguida por un cuerpo que se moviera bajo el efecto de una fuerza inversamente proporcional al cuadrado de las distancias, tendría forma elíptica (y no sería una espiral, como él creyó en principio, dando pie a ser corregido por Hooke).

Cuando cinco años más tarde Edmond Halley, quien por entonces había ya observado el cometa que luego llevó su nombre, visitó a Newton en Cambridge y le preguntó cuál sería la órbita de un planeta si la gravedad disminuyese con el cuadrado de la distancia, su respuesta fue inmediata: una elipse. Maravillado por la rapidez con que Newton consideraba resuelto un asunto en cuyo esclarecimiento andaban compitiendo desde hacía varios meses Hooke y el propio Halley, éste inquirió cómo podía conocer Newton la forma de la curva y obtuvo una contestación tajante: «La he calculado». La distancia que iba entre el atisbo de una verdad y su demostración por el cálculo marcaba la diferencia fundamental entre Hooke y Newton, a la par que iluminaba sobre el sentido que este último daría a su insistente afirmación de «no fingir hipótesis».

Newton según el visionario pintor William Blake

Sin embargo, en aquel día del verano de 1684 Newton no pudo encontrar sus cálculos para mostrárselos a Halley, y éste tuvo que conformarse con la promesa de que le serían enviados una vez rehechos. La reconstrucción, empero, chocó con un obstáculo: demostrar que la fuerza de atracción entre dos esferas es igual a la que existiría si las masas de cada una de ellas estuviesen concentradas en los centros respectivos. Newton resolvió ese problema en febrero de 1685, tras comprobar la validez de su ley de la atracción gravitatoria mediante su aplicación al caso de la Luna; la idea, nacida veinte años antes, quedó confirmada entonces merced a la medición precisa del radio de la Tierra realizada por el astrónomo francés Jean Picard.

El camino quedaba abierto para reunir todos los resultados en un tratado sobre la ciencia del movimiento: los Philosophiae naturalis principia mathematica (Los principios matemáticos de la filosofía natural). La intervención de Halley en la publicación de la obra no se limitó a la de haber sabido convencer a su autor de consentir en ella, algo ya muy meritorio tratándose de Newton; Halley supo capear el temporal de la polémica con Hooke, se encargó de que el manuscrito fuese presentado en abril de 1686 ante la Royal Society y de que ésta asumiera su edición, para acabar corriendo personalmente con los gastos de la impresión, terminada en julio de 1687.

De Cambridge a Londres

Los Principia contenían la primera exposición impresa del cálculo infinitesimal creado por Newton, aunque éste prefirió que, en general, la obra presentara los fundamentos de la física y la astronomía formulados en el lenguaje sintético de la geometría. Newton no fue el primero en servirse de aquel tipo de cálculo; de hecho, la primera edición de su obra contenía el reconocimiento de que Leibniz estaba en posesión de un método análogo. Sin embargo, la disputa de prioridades en que se enzarzaron los partidarios de uno y otro determinó que Newton suprimiera la referencia a Leibniz en la tercera edición de 1726. El detonante de la polémica (orquestada por el propio Newton entre bastidores) lo constituyó la insinuación de que Leibniz podía haber cometido plagio, expresada en 1699 por Nicolas Fatio de Duillier, un matemático suizo admirador de Newton, con el que mantuvo una íntima amistad de 1689 a 1693.

Ese año Newton atravesó por una crisis paranoica de la que se ha tratado de dar diversas explicaciones, entre las que no ha faltado, desde luego, la consistente en atribuirla a la ruptura de su relación con el joven Fatio, relación que, por otra parte, no parece que llevara a Newton a traspasar las férreas barreras de su código moral puritano. Los contemporáneos de Newton popularizaron la improbable explicación de su trastorno como consecuencia de que algunos de sus manuscritos resultaran destruidos en un incendio; más recientemente se ha hablado de una lenta y progresiva intoxicación derivada de sus experimentos alquímicos con mercurio y plomo. Por fin, no pueden olvidarse como causa plausible de la depresión las dificultades que Newton encontró para conseguir un reconocimiento público más allá del estricto ámbito de la ciencia, reconocimiento que su soberbia exigía y cuya ausencia no podía interpretar sino como resultado de una conspiración de la historia.

Pese a la dificultad de su lectura, los Principia le habían hecho famoso en la comunidad científica y Newton había formado parte en 1687 de la comisión que la Universidad de Cambridge envió a Londres para oponerse a las medidas de catolización del rey Jacobo II. Aunque quizá su intervención se debió más a su condición de laico que a su fama, ello le valió ser elegido por la universidad como representante suyo en el parlamento formado como consecuencia del desembarco de Guillermo de Orange y el exilio de Jacobo II a finales de 1688.

Su actividad parlamentaria, que duró hasta febrero de 1690, se desarrolló en estrecha colaboración con Charles Montagu, más tarde lord Halifax, a quien había conocido pocos años antes como alumno en Cambridge y que fue el encargado de dar cumplimiento a los deseos de Newton de cambiar su retiro académico en Cambridge por la vida pública en Londres. Montagu fue nombrado canciller de la hacienda real en abril de 1694; cuando su ley de reacuñación fue aprobada en 1695, le otorgó a Newton el cargo de inspector de la Casa de la Moneda, siendo ascendido al de director en 1699. Lord Halifax acabó por convertirse en el amante de la sobrina de Newton, aunque los cargos obtenidos por éste, pese a las acusaciones lanzadas por Voltaire, no tuvieron que ver con el asunto.

Busto de Newton

A fines de 1701 Newton fue elegido de nuevo miembro del parlamento como representante de su universidad, pero poco después renunció definitivamente a su cátedra y a su condición de fellow del Trinity College, confirmando así un alejamiento de la actividad científica que se remontaba, de hecho, a su llegada a Londres. En 1703, tras la muerte de Hooke y una vez que el final de la reacuñación había devuelto la tranquilidad de una sinecura a la dirección de la Casa de la Moneda, Newton fue elegido presidente de la Royal Society, cargo que conservó hasta su muerte. En 1705 se le otorgó el título de sir. Pese a su hipocondría, alimentada desde la infancia por su condición de niño prematuro, Newton gozó de buena salud hasta los últimos años de su vida; a principios de 1722 una afección renal lo tuvo seriamente enfermo durante varios meses y en 1724 se produjo un nuevo cólico nefrítico. En los primeros días de marzo de 1727 el alojamiento de otro cálculo en la vejiga marcó el comienzo de su agonía: Newton murió en la madrugada del 20 de marzo, tras haberse negado a recibir los auxilios finales de la Iglesia, consecuente con su aborrecimiento del dogma de la Trinidad.

CRONOLOGÍA:

1642 Nace en Woolsthorpe, Gran Bretaña.
1661 Ingresa en el Trinity College de Cambridge.
1666 Primeras ideas sobre la ley de la gravitación universal, suscitadas por la contemplación de la caída de las manzanas, según la célebre anécdota.
1669 Sucede a Isaac Barrow como profesor de matemáticas.
1671 Escribe Método de fluxiones y de las series infinitas.
1675 Lectura en la Royal Society de su Hipótesis para explicar las propiedades de la luz.
1687 Primera edición de los Principios matemáticos de la filosofía de la naturaleza, en que establece las tres leyes fundamentales de la física y la ley de la gravitación universal.
1688 Es elegido miembro del Parlamento, en representación de la Universidad de Cambridge.
1699 Es nombrado director de la Casa de la Moneda.
1703 Es elegido presidente de la Royal Society, cargo que ocupará hasta su muerte.
1704 Se publica la primera edición de la Óptica o Tratado de las reflexiones, refracciones, inflexiones y colores de la luz.
1705 Se le otorga el título de sir.
1713 Segunda edición de los Principia.
1718 Segunda edición de la Óptica.
1727 Muere en Londres.

OBRA

La importancia de Newton para el pensamiento científico occidental es considerable. Se le considera el padre de la física clásica, y no en vano sus dos principales obras, Philosophiae naturalis principia mathematica (1687) y Opticks (1707) son tenidas por Kuhn como ejemplos de paradigmas científicos, pues componen sistemas completos con los que se interpreta el trabajo de los científicos posteriores.

Isaac Newton

Es de destacar como su mayor contribución la introducción de un método: las leyes se obtienen por generalización, mediante la inducción y el análisis matemático, de los fenómenos o experimentos sistemáticos, y constituyen la única base fiable del conocimiento. Así, la mecánica de Newton es el nacimiento de la física moderna, el apoteosis de la relación causa-efecto, aspecto que expresó perfectamente con la frase Hypothesis non fingo (no construyo hipótesis). También es destacable la definición del espacio y el tiempo como conceptos absolutos, que no se deducen ni se definen por ningún proceso físico (aspecto que ocupó una parte importante de sus discusiones con Leibniz), concepción que imperó en la física hasta la llegada de la Teoría de la Relatividad.

La física

En los Principia, publicados por insistencia (y financiación) de su gran amigo y astrónomo Edmond Halley, parte de tres axiomas del movimiento, que se infieren de las experiencias de Galileo del movimiento de los proyectiles: la inercia, la composición de velocidades y la conservación del impulso. Y haciendo uso del cálculo infinitesimal obtiene sus famosas tres leyes dinámicas.

La primera es la Ley de la inercia: un cuerpo se encuentra en reposo o en movimiento rectilíneo y uniforme de forma indefinida si sobre él no actúa ninguna fuerza. La segunda es conocida como la Ley fundamental de la dinámica: la aceleración que produce una fuerza en un cuerpo es directamente proporcional a la magnitud de la fuerza e inversamente proporcional a su masa, que matemáticamente toma la expresión F = m.a. Por último, la Ley de acción y reacción establece que si un cuerpo ejerce una fuerza sobre otro (acción), el otro ejerce exactamente la misma fuerza, pero en sentido contrario, sobre el primero (reacción).

Página de la primera edición de los Principia

Con la segunda ley, suponiendo que los cálculos dinámicos se simplificarían considerablemente si suponía como equivalente el que toda la masa se concentrara en el centro geométrico de los cuerpos, y con la tercera Ley de Kepler, dedujo la Ley de la gravitación, cuyo enunciado afirma que dos cuerpos cualesquiera se atraen recíprocamente con una fuerza directamente proporcional a sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa. Esta ley queda sujeta a comprobación experimental, y con ésta logró demostrar las otras dos Leyes de Kepler.

Es de destacar también que en la obra de Newton el espacio y el tiempo se definen como entidades absolutas, sin relación con ningún objeto externo, pues la dinámica define un único sistema de referencia para el reposo y el movimiento que no está sujeto a ningún cuerpo, y el tiempo es irreducible a cualquier proceso físico (no se define por ningún proceso físico), inmóvil y siempre similar, concepción que imperó en el pensamiento científico moderno hasta la llegada de la teoría de la relatividad de Einstein. Este fue uno de los argumentos empleados por Newton en contra de Leibniz.

Óptica y observación astronómica

Con respecto a la óptica, Newton intentó primero reducir la aberración cromática de las lentes de los telescopios, intento que fracasó, pero que no obstante le permitió descubrir que la luz blanca era una mezcla de colores puros, lo que llamó el spectrum. Explicó que aparecían debido a que cada uno de ellos estaba caracterizado por un índice de refracción distinto con el vidrio. Descubrió los anillos de Newton, figuras de interferencia que aparecen cuando se ponen en contacto un vidrio con superficie plana y otro convexo.

Todos estos fenómenos, y algunos de naturaleza ondulatoria como el fenómeno de difracción, fueron explicados con mayor o menor fortuna en una teoría corpuscular, en la que se explica que las partículas de luz viajan en rayos en líneas rectas determinadas por fuerzas que actúan a distancia, y al encontrarse con un sólido ocasionan una especie de vibración interna.

También la observación astronómica debe mucho a Newton, ya que al considerar que la aberración cromática de las lentes no podía ser eliminada, tuvo la idea de sustituir con un espejo el objetivo de los telescopios. Construyó así el telescopio de reflexión, uno de los instrumentos astronómicos más importantes. Los trabajos de óptica, publicados con el título de Opticks en 1704, gozaron de más de treinta años de autoridad incontestada, incluso a pesar de los errores que contenían (por ejemplo el relativo a la pretendida imposibilidad de corregir las aberraciones cromáticas de las lentes).

Otras aportaciones

En el campo matemático merecen ser citadas las obras Arithmethica Universalis (1707) y Tractatus de quadratura curvarum, en la que el genio inglés expuso las reglas del método de las fluxiones, donde el concepto de infinitésimo hace su aparición y de él derivan el cálculo diferencial e integral. La notación de Newton era considerablemente más complicada que la de Leibniz, que es la que terminó por imponerse.

En hidrodinámica desarrolló una teoría del flujo, y descubrió que la sección transversal mínima de una corriente que fluye por un agujero practicado en un depósito se alcanza en el lado exterior. Se conocen en su honor como fluidos newtonianos aquellos cuya viscosidad es independiente del gradiente de velocidad.

Más desconocida es su pasión por la alquimia, a la cual dedicó casi treinta años de su vida, y cuyos trabajos permanecieron ocultos durante mucho tiempo. Newton, que conocía perfectamente la diferencia entre alquimia y química, consideraba secretos estos trabajos «esotéricos», y los ocultó a sus coetáneos, al igual que su pensamiento arriano, ya que de haberse sabido le hubiese costado su cátedra en Cambridge. Con posterioridad a su muerte, el conde de Portsmouth, heredero de sus escritos, se negó igualmente a su publicación.

Fuente–> http://www.biografiasyvidas.com/monografia/newton/

ISAAC NEWTON TÚNEL DEL TIEMPO (VIDEO)

CAPÍTULO 62 – 700 MILLONES DE NIÑOS EN EL MUNDO RESPIRAN AIRE CONTAMINADO POR EL TABACO

700 millones de niños en el mundo respiran aire contaminado por el tabaco

El tabaquismo pasivo infantil, protagonista del Día Mundial Contra el Cáncer

Hoy es el Día Mundial Contra el Cáncer, responsable del 25% de las muertes en España. Se trata de la primera causa de mortalidad en esta país entre los hombres y la segunda entre las mujeres, la primera son las enfermedades cardiovasculares. Este año la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) dedica este día a los niños como fumadores pasivos. La campaña de la Asociación Española Contra el Cáncer (aecc) quiere concienciar del peligro que entraña el tabaco para los menores. El mensaje, «Me encanta vivir sin humo».

La asociación quiere concienciar a los padres de la importancia de mantener un espacio libre de humo en torno a los menores. Los datos demuestran que en España queda mucho por hacer. Entre un 50 y un 70 por ciento de los niños españoles viven en un «ambiente tabáquico», ya sea porque sus padres fumen los padres o porque lo haga la persona responsable de su cuidado, según asegura aecc. En todo el mundo la cifra alcanza los 700 millones de niños

Según el Eurobarómetro 2007, los fumadores españoles son lo que menos respetan a los no fumadores. El 85% de los fumadores lo hacen en presencia de los no fumadores; el 52% lo hace en su casa en presencia de sus hijos; el 7% fuma en el coche en presencia de los menores.

Según explica Graciela García, oncóloga de aecc, «Todos sabemos que fumar mata, pero no somos del todo conscientes del perjuicio que supone para los niños el tabaquismo pasivo».

Los adolescentes también son el objetivo de esta campaña. La aecc destaca la labor del proyecto lo estoy dejando. El año pasado11.520 jóvenes consultaron esta página. A través de ella se puede encontrar información sobre el tabaco, dejar de fumar o ayudar a otros a que lo dejen. Y se puede hacer a través del programa ‘online’ gratuito ‘El Reto’.

Además desde esta asociación se anima a los niños y jóvenes de entre 11 y 20 años a que propongan diferentes maneras de terminar con el tabaco a través del concurso «Acaba con Piti». Hay más información sobre el concurso en la web www.todocancer.com. Las propuestas se van a recoger en la web hasta el próximo 18 de abril. El premio para las mejores, una ‘Nintendo Wii’.

Información adicional:

El número de fallecimientos cayó en 2006 un 4,1%, a pesar del aumento de población

Referencia: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/700/millones/ninos/mundo/respiran/aire/contaminado/tabaco/elpepusoc/20080204elpepusoc_1/Tes

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El asunto de hoy es el tabaco, y le conozco muy bien, y creo que todos también. No obstante este concepto de los fumadores pasivos me parece imprescindible. Y es que no se si somos realmente conscientes, pero en los bares hay demasiados niños en un ambiente de humo, y en casa, y en los coches.

Yo pediría una favor a los fumadores: si deciden seguir fumando pese a las trágicas consecuencias que sufrirán por ello, adelante, pero no condenen al mismo destino a niños y a otros no fumadores, que no lo han elegido y se lo imponen por el ambiente.

A pesar de la ley antitabaco, siguen siendo mínimos los bares que lo cumplen, algo pésimo pero lógico, ya que si lo cumplieran la pérdida de clientes sería terrible.

Debería ser esto aplicable a todos los bares ¿ o no? La salud de la gente mejoraría muchísimo…