ORIENTACIÓN VOCACIONAL Y TRABAJO

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Muchos tienen problemas para elegir una carrera, porque sus aspiraciones personales no coinciden con las necesidades del ambiente en que viven.

Vivimos en una sociedad, y participar con nuestro trabajo es uno de los principales motivos para estudiar y darle un sentido valioso a la existencia.

El mayor reconocimiento de las capacidades que se adquieren a través de una carrera universitaria se da en el trabajo y el rendimiento se incrementará en la medida que se puedan hacer efectivos esos conocimientos. Porque la teoría no es suficiente sin la práctica en la realidad, que es el verdadero campo de estudio.

En este caso, muy frecuente, los aspirantes a ingresar a la universidad, no tienen que apresurarse a tomar una decisión hasta convencerse que la carrera que van a estudiar les abrirá las puertas del campo laboral.

No se trata de renunciar a la vocación, sino de elegir entre todas las vocaciones que seguramente tienen, la más adecuada para integrarse al mundo del trabajo sin demasiada competencia y con mayores posibilidades de progreso.

Uno de los principales problemas para elegir carrera es el inmenso universo de opciones laborales que existen en una gran ciudad con muchos habitantes; que aunque parezca que ya está todo hecho, esto no es así, porque no sólo aún queda mucho por hacer sino que también hay gran cantidad de cosas que hay que cambiar.

Las áreas de energía, ecología y genética, ofrecen un amplio campo para la investigación, y necesita jóvenes capaces y creativos para colaborar en su estudio y desarrollo.

Los problemas que enfrenta el mundo con respecto al cambio climático y la contaminación requieren nuevas ideas, mentes abiertas que estén dispuestas a trabajar con un objetivo propio, que incluya además un beneficio para la humanidad.

Algunos sabios dicen que todos los problemas de este mundo tienen una solución, porque los problemas son sólo una parte de la realidad, y la solución es la otra parte, porque ambas, opuestas, conforman la unidad.

El área de la química, tiene posibilidades de trabajo, ya que no hay muchos aspirantes para esta carrera y cada vez son más necesarios los profesionales de esta especialidad en las empresas.

Es conveniente informarse adecuadamente sobre el campo laboral de cada carrera, visitar las universidades, hablar con profesionales que ya están trabajando en esas mismas áreas, observar su estilo de vida, su personalidad y cotejar si ustedes tienen el mismo perfil y si están en condiciones de disfrutar de esa posición y de ese trabajo.

En Argentina, las Universidades oficiales son gratuitas, de modo que otra obligación moral de todo estudiante debería ser retribuir con su participación creativa a la sociedad, por el costo que sus estudios demandaron.

Es un privilegio del que no gozan los jóvenes de muchos países en el mundo, incluso más desarrollados que el nuestro, donde existen planes de ahorro para que los padres puedan enviar a sus hijos a la universidad, o bien préstamos bancarios, para aquellos cuyas familias no han podido hacer tal previsión, para devolver cuando se reciban.

La mayoría de los estudiantes de las universidades estatales de este país, trabaja horarios de ocho horas, y otros más afortunados cumplen medio turno.

Trabajar y estudiar requiere determinación, disciplina y motivación, vivir una vida ordenada y estar bien organizado, además de tener deseos de terminar la carrera y recibirse.

Cualquier carrera se puede cursar normalmente, estudiando dos horas por día, todos los días de la semana, de lunes a domingo, desde el primer día de clase; y el día que no se estudia, deberá ser recuperado los días subsiguientes.

Un examen libre exige una preparación de treinta días estudiando dos horas a la mañana y dos horas a la tarde, si se puede; y si no, cuatro horas seguidas con diez minutos de descanso cada hora. Mientras los exámenes de materias que se cursan regularmente se pueden preparar en una semana dedicándole la misma cantidad de horas.

Este método de estudio da excelentes resultados siempre que tengan asistencia perfecta a las clases teóricas y prácticas.

Esta forma de enfrentar el desafío de cursar una carrera universitaria se convertirá en un modo de vida y una manera de encarar la profesión y las demás obligaciones de la vida.

Referencia: http://psicologia.laguia2000.com/orientacion-vocacional/orientacion-vocacional-y-trabajo

Este artículo es muy interesante, evidentemente le tengo que dar la perspectiva española, ya que es donde vivo, pero el tema es universal en cualquier universidad del mundo ¿qué estudio?, ¿qué es lo que me gusta?. ¿qué es lo que probablemente me proporcione más posibilidades de conseguir un puesto de trabajo bien remunerado y que me satisfaga en cuanto a mis inquietudes profesionales?.

En cuanto a las inquietudes profesionales, yo siempre defendí más a las formaciones profesionales que a las carreras universitarias, pero estas últimas, aunque menos pragmáticas nos dan mas «estatus» y podemos exigir mayor remuneración económica ya que nuestra categoría es superior (no olvidemos que también esa categoría superior generalmente va acompañada de una responsabilidad mucho mayor).

Desde mi punto de vista, considero que es preciso seleccionar un estudio en el que creas que eres más eficaz y más eficiente para la sociedad. Todos tenemos habilidades, aspectos positivos que deberíamos aportar al resto de la sociedad, es decir, primero debemos responder a la pregunta ¿qué se me da bien? y hacer una reflexión al respecto. Algunos tienen paciencia, buen trato con la gente, saben escuchar, es decir, manejan bien las habilidades sociales… entonces es recomendable alguna carrera social, algo humanista, es decir mi campo. En Formación Profesional esto se llama SERVICIOS SOCIOCULTURALES Y A LA COMUNIDAD y en la Universidad tenemos Terapia Ocupacional, Educación Social, Trabajo Social, Educación Infantil, Educación Especial…

Si somos capaces de explicar algo complejo de forma sencilla nuestro campo es la enseñanza, magisterio.

Si somos muy creativos nuestro campo son las artes. Si además tenemos mucha capacidad de abstracción y manejamos mucha información en poco tiempo, nuestro campo es el de las ingenierías. Según nuestras capacidades nos conviene una orientación u otra.

En mi caso, se perfectamente que en mi campo, no voy a tener grandísimas remuneraciones económicas, pero me enriquece mucho a nivel personal y emocional poner mi grano de arena en ayudar a un desempleado, un transeúnte, un inmigrante marginado, hacer sonreir a la tercera edad… etc, y para mi, eso es ser millonario, aunque me tenga que hipotecar como el 80% de la humanidad, y hacer cuentas para pasar el mes… pero me levanto de la cama para hacer lo que me gusta hacer y considero eso el mayor de los privilegios.

Tu puedes disfrutar pintando, dibujando, escribiendo (a mi, por ejemplo, me encanta escribir y no lo tengo del todo descartado), cantar, la fotografía… busca tu campo y persigue tus objetivos; para la consecución de los mismos es recomendable ser optimista y ambicioso, es decir, creer que puedes conseguirlo e intentar mejorar siempre.

También es importante no dejarte convencer por nadie (ni por los párrafos que estoy escribiendo ahora mismo). Es de vital importancia pensar por uno mismo, abrirse a las posibilidades que ofrece la vida (que son muchas y variopintas) y tomar nuestras propias elecciones, porque la elección final la tiene cada persona misma.

En la toma de decisiones, hay que arriesgarse, porque si no te arriesgas caes en el conformismo y eso lleva a la monotonía y apatía. Evidentemente, a veces nos equivocamos (muchas veces) pero lo importante no es que nos equivoquemos, que es natural equivocarnos como humanos que somos, sino como rectificamos y aprendemos de esos errores (como David Hume diría… ensayo y error).

Estas son solo algunas ideas que propongo, nunca he dicho que esto fuera fácil, asi que ahí tenemos nuestra ambición para luchar por nuestros objetivos. Cuando no tengamos objetivos, sencillamente nuestra existencia será inútil, porque hasta cada pequeño ser vivo del mundo tiene sus objetivos.

CAPÍTULO 158 – YOGA PARA SALIR DE LA POBREZA

Un programa pionero en África ayuda a a superarse a través de la meditación

Hace apenas dos años, cuando Margaret vivía en la calle y se dedicaba a robar para sobrevivir, nunca se hubiera imaginado que un día saldría del túnel de la pobreza gracias al yoga, una técnica que le abrió la mente y le ayudó a encontrar una misión en su vida.

Margaret es una más de los tantos jóvenes keniatas que desde 2007 se benefician de un programa pionero en el continente que alienta la práctica del yoga como un arma para la superación y el estímulo, como un arma para, en definitiva, salir de la trampa del subdesarrollo al que muchos africanos se ven condenados desde que nacen. «Tenía problemas de estrés en mi casa. Mi madre no podía mantenerme así que me mandó a vivir con mi tía. Pero mi tía me trataba como a una sirvienta, no como a una hija. Me maltrataba y tenía que dormir muchas noches fuera de casa», cuenta Margaret, con los ojos vidriosos, pero orgullosa de ser ahora monitora y una de las impulsoras de los beneficios de la técnica hindú.

«Ahora me levanto por la mañana. Hago estiramientos, luego meditación. Me ayuda a pensar cuál es el objetivo del día, quién soy y adónde quiero llegar», afirma esta joven atlética, mientras no pierde la concentración de la clase de yoga que imparte a niños de entre siete y 14 años, que se mueven con una flexibilidad envidiable, al ritmo de inhalar y espirar. La ONG Africa Yoga Project es la impulsora de un novedoso programa destinado a todo aquél que quiera imaginarse en una mejor vida.

Pobres, vagabundos, personas con sida u otras enfermedades, todos pueden beneficiarse sin coste alguno del yoga, una técnica que, por ejemplo, se ha demostrado eficaz para mejorar la calidad de vida de las personas con sida, un virus que deja anuladas las defensas del organismo. «Gracias al yoga, un niño infectado con el virus empezó a sentirse mejor, a estar más fuerte y a verse como miembro de una comunidad», explica Margaret a ELMUNDO.es, tras la clase de yoga para niños en la escuela de primaria Valley Bridge, en Kiamaiko, poblado chabolista situado al este de Nairobi, capital de Kenia.

El afán de la organización -que cuenta con un millar de ‘adictos’ que se reúnen en sesiones semanales- es extenderse por la región y crear una red de personas que hayan cambiado de vida gracias a la técnica india que ayuda a conectar cuerpo y mente.

«Muchos de nosotros hemos nacido en poblados chabolistas. Nuestro entorno hace que tengamos tendencia a llevar una mala vida», comenta Moses, también monitor de yoga ahora convertido en un modelo de comportamiento en el poblado. «Gracias al yoga, aprendí a estar tranquilo, a tomar el tiempo necesario para pensar, a ser paciente», asegura mientras contempla orgulloso a los acrobáticos niños de la clase. «El yoga es una herramienta que ayuda a la gente a salir de la pobreza», agrega Moses, quien está convencido de que la pobreza es un estado mental más que físico. «La pobreza se lleva en la cabeza. El yoga me ayudó a conectar cuerpo y mente, a estar en equilibrio y a valorar lo que tengo. Ahora no me siento pobre», concluye con una envidiable convicción este joven de 27 años.

La sesión de yoga en la escuela acaba con un aluvión de abrazos, besos y carcajadas entre los alumnos, y también entre monitores, que enseñan así a los niños a compartir, a entenderse, a estrechar lazos y, en última instancia, a ayudarse unos a otros en la no siempre fácil vida cotidiana africana. «El yoga también es cuestión de compartir, de amar y respetar al otro», explica Margaret que se despide de mí con un «te quiero».

Fuente de referencia: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/06/29/medicina/1277813683.html

Información de Kenia:

Nombre completo: República de Kenia
Continente: África
Gobierno: República
Fiesta nacional: 12 de Diciembre. Día de la Independencia (1963)
Jefe de Estado: Mwai Kibaki (Presidente)
Jefe de Gobierno: Raila Amolo Odinga (Primer Ministro)
Población: 37,953,840 (est. 2008)
Idioma oficial: Inglés, Lenguas Tribales, Suajili
Religión mayoritaria: Protestantes
Moneda: Chelín Keniano
Superficie: 582.650 km²
¿Qué es el yoga? http://www.publispain.com/yoga/yoga_descripcion.html
Etimológicamente Yoga significa unión, ya que la meta del Yoga es la unión de la conciencia con el principio Absoluto.

El yoga es una ciencia empírica que purifica nuestro cuerpo y nuestra mente, liberándonos de todas las perturbaciones, una ciencia en donde ciertas personas han tratado de sondear los misterios de la mente, del intelecto, de las emociones, del sufrimiento y de la vida.

Yoga ha nacido no de la especulación, sino de miles de años de experiencias que han sido replicadas por muchos yoguis a lo largo de la historia.


Yoga posee sus propios métodos y fundamentos que hacen que sea un amplio y completo sistema de desarrollo interior.

Trabaja el cuerpo físico, las glándulas endocrinas, los órganos internos a la vez que busca conectar la mente inconsciente con la consciente y nos permite observar nuestros patrones mentales. La finalidad de esta disciplina es ayudarnos a mantenernos sanos, encontrar la felicidad tanto a nivel físico como a nivel mental y espiritual y que nos podamos sentir realizados.

Cualquier persona puede aproximarse al Yoga, ya que posee un tipo especial de técnica para cada tipo de personalidad y temperamento.

He decidido incluir este artículo del periódico EL MUNDO porque me parece positivo y aporta ideas para combatir la pobreza de otra forma que no es donar mas y mas dinero sin saber si llega a no a las personas que lo necesitan sin que aparezcan intermediarios inoportunos y avariciosos para hacerse con el injusto botín.

Aquí se interviene directamente siempre en beneficio de las personas que lo necesitan- El yoga me parece una excelente forma de combatir la pobreza.  Si los usuarios controlan su cuerpo y su mente serán más capaces de llevar una buena vida que si no lo hacen


El yoga puede llegar a despertar en nosotros luminosos sentimientos y felicidad, los cuales fortalecen nuestras relaciones con nuestra esposa, los niños, padres, vecinos y compañeros de trabajo.
Así como el viento aleja las nubes que tapan el sol, el yoga remueve gradualmente los dolores físicos y emociones indeseables, pues, al revelar el conocimiento interior, incrementa nuestro aprecio por la vida.
El yoga nos enseña a controlar nuestros sentidos y nuestra mente impaciente, y a ponernos en armonía con las Leyes Universales, dirigiendo así nuestras energías de la mejor manera.

Tal como un instrumento musical emite sonidos muy agradables al ser tocado por un profesional, nuestro cuerpo, mente e inteligencia, dirigidos perfectamente, nos traen mucha felicidad, en vez de ansiedades, frustración y depresión.
La disciplina yógica nos enseña también a ver a los demás (amigos o enemigos) con los ojos del amor.

Una persona que practica yoga seriamente, se llama yogui. El yogui se ocupa diariamente del desarrollo práctico de la ciencia del yoga, y aprende los diferentes ejercicios y técnicas, tanto del yoga como de la meditación.

Una clase de yoga es una sucesión de ejercicios. Para realizar uno, adoptamos una postura. A veces a esta postura le incorporamos movimiento. Regulamos la respiración y ponemos la atención de los ojos en un punto determinado. Y entramos en un estado meditativo, de introspección. A veces incluso repetimos un mantra o hacemos un gesto con las manos. ¡Con tantas cosas que hay que controlar cómo no va a parar nuestra mente! Después de un ejercicio hay una corta relajación y seguidamente se pasa al siguiente.


El yoga beneficia a todo ser humano, no importa sea niño o persona mayor. Hombre o mujer. No importan las creencias personales.
Con el yoga estiramos nuestro cuerpo y, cuando más tenso y rígido está uno, es cuando más conviene. Rejuvenece nuestras células al aportarnos más oxigeno. También rejuvenece nuestro cerebro haciendo que su rendimiento sea más alto. Reduce el estrés al mantener los niveles de cortisol a raya. Nos calma y nos serena, permitiéndonos descansar. Nos da energía y vitalidad. Y nos acerca a nuestro ser interno, descubriendo quienes somos, qué queremos y dónde están nuestas limitaciones. Además, ¡segregamos endorfinas! que nos dan una gran sensación de bienestar. Pero de poco sirve hablar de los beneficios del yoga. A la consciencia no le sirven las palabras, quiere una experiencia. Descubre por ti mismo qué se siente al practicar yoga.