CAPÍTULO 161 – UN MILLÓN DE DESPLAZADOS EN COSTA DE MARFIL

ACNUR alerta de un millón de desplazados en Costa de Marfil

 

 

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, (ACNUR) ha advertido de que el actual conflicto armado en Costa de Marfil ha forzado a casi un millón de personas a abandonar sus hogares, está a punto de convertirse en una «guerra total», y puede extenderse a la vecina Liberia, amenazando la frágil paz de la que disfruta desde hace ocho años el pequeño país africano, potencial fuente de reclutamiento de mercenarios y de contrabando de armas.

«El desplazamiento masivo que tiene lugar en Abiyán y en el resto del país se ve alimentado por los temores a que se produzca una guerra total», advirtió la portavoz de la organización, Melissa Fleming.

Para ACNUR, el país se encuentra «al borde del punto de no retorno», según advirtió en su cuenta de Twitter, en la que informó de que una de sus oficinas en el país «había quedado completamente destrozada».

Mientras, el máximo responsable de ACNUR, el Alto Representante Antonio Guterres ha visitado esta semana Liberia tras darse a conocer que más de 6.000 marfileños, de los 90.000 que han huido al país vecino, han atravesado la frontera a través de un nuevo punto de entrada, el condado de Gran Gedeh, una señal de que el conflicto en Costa de Marfil se está extendiendo.

«Está claro que este conflicto tiene que terminar», afirmó este jueves Guterres durante su visita a la capital de Liberia, Monrovia. Allí describió un cuadro dramático de la situación actual en Costa de Marfil, dominada por los violentísimos enfrentamientos entre los partidarios del presidente electo, Alassane Ouattara, y el dirigente en funciones Laurent Gbagbo, que se niega a abandonar el poder a pesar de su derrota en las elecciones del pasado mes de noviembre.

«La cantidad de sufrimiento humano en el país es horrenda. Todos los países vecinos pueden verse afectados de una manera dramática», estimó Guterres, quien trasladó su preocupación a la presidenta liberiana, Ellen Johnson Sirleaf, durante una reunión mantenida el pasado miércoles.

Cada vez más desplazados

Naciones Unidas insiste en que se preste especial atención al constante contrabando de armas a través de la porosa frontera que separa a ambos países. A ello hay que sumar que Liberia, que sigue en proceso de reconstrucción tras dos devastadoras guerras civiles entre 1989 y 2003, carece de los recursos suficientes para asimilar el cada vez mayor número de desplazados que huyen de los enfrentamientos.

«Si queremos que haya paz en Liberia, hay que hacer todo lo posible para impedir que las armas sigan cruzando la frontera», subrayó la representante especial de la ONU para Liberia, Ellen Margrethe Loj, quien anunció que la misión de Naciones Unidas en Liberia tiene previsto incrementar su presencia militar y policial a lo largo de los 700 kilómetros de frontera.

Las autoridades liberianas mantienen una deuda de honor con los marfileños. Hace diez años, Costa de Marfil albergó a miles de liberianos y ahora Monrovia ha expresado su compromiso para devolverles el favor.

La tarea de ACNUR es ahora la de intentar controlar el flujo de refugiados para que se alejen lo antes posible de la frontera y se apresuren a llegar a cualquiera de los 16 pueblos designados para hospedar a los marfileños.

«Es nuestra tradición y costumbre que recibamos a la gente cuando es tiempo de necesidad. Nosotros mismos hemos estado en esa situación», explicó el ministro de Asuntos Interiores de Liberia, Harrison Kahnweah.

Sin embargo, los escasos recursos con los que cuentan las comunidades que ejercen de anfitrionas para los desplazados «amenazan con generar un potencial conflicto si no se reponen» los alimentos que los liberianos están cediendo a los desplazados, según la superintendente del condado de Nimba, Edith Gongloe Weh.

También hay pocos suministros de medicamentos, así como escaso personal sanitario en Abiyán, la capital de Costa de Marfil, según denuncia Médicos Sin Fronteras (MSF). Los seis hospitales de la ciudad han perdido a la «casi totalidad» del personal debido a la inseguridad del país.

Además «algunos centros de salud han sido saqueados y otros ya no funcionan o casi», señala la organización, que puntualiza que sólo un hospital está operativo en toda la urbe.

Referencia: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/03/25/solidaridad/1301049511.html

Información sobre los países implicados

COSTA DE MARFIL:                                 LIBERIA:

Capital: Yamusukro                                    Capital: Monrovia

Ciudad más poblada: Abiyán                    Ciudad más poblada: Monrovia

Población: 20,6 millones                          Población: 3,5 millones

Superficie: 322.462 km²                           Superficie: 111.370 km²

Ambos países tienen el IDH (Índice de Desarrollo Humano) bajo, por debajo de 0,400 y tienen gobierno republicano. La presidenta de Liberia es Ellen Johnson-Sirleaf y actualmente Costa de Marfil está en plenas elecciones presidenciales. Liberia era una colonia estadounidense y Costa de Marfil era una colonia francesa.

Después de tanta noticia sobre Liberia (en plena guerra civil donde el loco Al Gadafi cobra preocupante fuerza) y Japón (sobre el que haré un post especial acerca de Japón, los terremotos y la energía nuclear), prefiero centrarme más en Costa de Marfil y Liberia sobre las que se habla menos, pero que también están en aprietos.

¿Por qué menciono Libia en todo esto? pues «casualmente» nos ha dado por tener prisa en intervenir en EL PAÍS CON MAYOR IDH DE TODO ÁFRICA y dejamos de lado «países menores» destrozados por sus crisis internas como Costa de Marfil, Etiopía, Chad, Sudán, Zimabaue, Eritrea, Camerún, Nigeria y un largo etc. (donde también incluimos Haití, Mongolia, muchas regiones de China…etc). La razón de dar más bombo a Libia, a parte de las revueltas es porque es del que mayor tajada se puede sacar en cuanto a intervención capitalista se refiere (junto con el gran Dios de África: Egipto).

Oriente Medio también está continuamente inmerso en guerras y tan sólo se defiende a los «pobres» israelíes, sin tener en cuenta Líbano, Siria, Irán, Iraq (ese país si que le saqueamos) y demás donas de dudosa estabilidad. En resumen: dan mucho más bombo a países de los cuales se puede sacar gran tajada que de países más pobres y más sometidos. En estas situaciones suelen gobernar tiranos dictadores que o les obedeces o les «traicionas» y entonces mereces la muerte (Al Gadafi dixit).

Ningún niño debería sabes lo que es un arma ni obviamente cuál es su utilidad y, cual sicarios de Colombia, se les mete en una guerra que ni están preparados ni jamás comprenderán. Este es en mi opinión el mayor problema de los desplazados de Costa de Marfil a Liberia, que se desplazan también armas. A lo largo de mi trayectoria con el blog (y van cuatro años) he publicado muchos reportajes acerca de África, por la simple razón de que me preocupa mucho dicho continente y sigo todo lo que mi tiempo me permite su actualidad.

Las revoluciones en los países del norte de África las veo positivas, por fin veo que el pueblo africano se levanta y busca soluciones a sus numerosos problemas y aquí entran en juego dos claves fundamentales para la evolución de la población: la educación y la información. Si el pueblo africano y el sudamericano defendieran bien sus materias primas serían los más poderosos del mundo, porque ellos serían el primer mundo y nosotros el tercero. Esto lo deberíamos tener en cuenta a la hora de hablar con tanta superioridad y soberbia sobre estos pueblos, ya que nuestra calidad de vida se basa fundamentalmente, en robar a esta gente, si si, así de literal.

Personalmente admiro a estos pueblos porque me pueden enseñar muchísimas valores y aspectos que aquí se nos están olvidando. La crisis que actualmente vive España la podemos ver de forma positiva e intentar sacar provecho de nuestros valores personales y sociales que necesitan ser reforzados urgentemente. Ahora nos tocará comprender las condiciones en las que hemos hecho trabajar a los inmigrantes ya que actualmente nos toca trabajar en esas condiciones a nosotros si queremos trabajar y ganarnos el pan.